jueves, 7 de agosto de 2008

SOLO DE SAXOFON ORINANDO EN PLAZA ROCHA


Crecí en una ciudad donde Pierre Benoit había efectuado una traza mirando Paris (La Plata). Espacios verdes y una cuadricula geométrica digna de un masón como le correspondía al diseñador que imitaba al gran Arquitecto. Por mi casa, cerca la casa de Le Corbusier hecha por un ingeniero cuando el genio era un ignoto Arquitecto, luego el Arquitecto seria llamado a diseñar Brasilia, la casa y el tranquilo barrio pasaría a ser distinto. El anfiteatro de Física donde nos cambiamos cuando jugábamos a Rugby y Los Tilos no tenia cancha, era la vieja canchita de futbol de “La Líder” de la Fundación Eva Perón, donde estaba la escuela Anexa de la Universidad. El anfiteatro fiel remedo de la arquitectura griega era un aula magna que inspira el respeto académico. No tengo que ser un viejo nostalgioso para compararlo con la arquitectura de la villa treinta y uno ya hay una diferencia, y no por mera melancolía, sino que las villas en Retiro existen desde antes de 1970. Esta gente es pobre. Yo vengo de una familia pobre, ya que mi abuelo y bisabuelo que llegaron a La Plata a hacer a pala el puerto de la ciudad (uno era toscano y el otro lombardo), no eran muy diferente a muchos de los inmigrantes de otras nacionalidades, venían corridos por la hambruna, la falta de salud y de esperanza de su país. Aun así prosperaron porque había un entorno amigable y digno de ser emulado. Hoy ya no sabemos diferenciar indigencia, pobreza, mendicidad, desgano, falta de educación, opresión, ignorancia, intolerancia, vagancia, todo está en una escala de valores de la misma magnitud. Lo que aterra que la clase dirigente esta en las mismas condiciones que los que deberían ser dirigidos. En las peores condiciones. Aunque parezca mentira la ecuación se ha revertido, y habiendo una crisis internacional, los que han partido al exterior, pero formados en busca de estabilidad y prosperidad son mis hijos. Lo que le costó tres generaciones levantar y tener dos generaciones seguidas de universitarios los tiramos a la borda con este maravilloso país de la sordera mutua. Soy la tercera generación de inmigrantes y moriré en la Patria y quizás sea el último de esa tribu vacía que ha quedado, y la de muchos que en la urgencia y emergencia ha perdido el significado.
Publicado por LoTrunco en 21:30 |  

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